No es posible imaginar la dieta común del venezolano sin la presencia cotidiana de las pastas en cualquiera de sus variedades. Probablemente porque en casi todas las ciudades del país, entre los primeros restaurantes que se abrieron al público, destacaron siempre los de origen italiano. Por eso hoy en día, incluso en los lugares más remotos, es posible encontrar desde modestas "pensiones" que ofrecen comida tradicional, hasta lujosos restaurantes con lo más reciente y cosmopolita de la alta cocina de raigambre italiana. En cualquier caso, con el paso del tiempo, una buena salsa boloña o una rica ensalada capresa se ha hecho tan común entre nosotros como el pabellón o una arepa de reinapepiada.
