Hola Blogueros como les va? El tema que les traemos hoy es muy interesante porque hablaremos de uno de los mejores acompañantes de la comida italiana.
El Vino Italiano, indiscutiblemente, uno de los grandes vinos del
mundo. No en vano Italia es el país que alberga algunas de las más antiguas
regiones productoras de vino del mundo. Y es que, incluso antes de que los
Romanos comenzarán a cultivar sus viñas en el siglo II antes de Cristo, los
asentamientos etruscos y griegos habían llevado a la península italiana las
prácticas de elaboración del vino. En la actualidad, Italia sigue siendo uno de
los principales productores mundiales (posición en la que rivaliza con
Francia), responsable de casi una quinta parte de la producción mundial de
vino.
Para la
producción de los vinos espumosos las variedades más empleadas en Italia
son, por lo general, uvas blancas como: pinot bianco y grigio, moscato,
prosecco, trebbiano, malvasia, etc. con el añadido de pinot nero como única
variedad tinta, vinificando en blanco. Una excepción interesante la proporciona
el espumoso brachetto d’acqui y el lambrusco, obtenidos a partir de uvas
tintas vinificadas en rosado.
Confrontando las producciones de las
diversas tipologías de los vinos espumantes italianos, se puede observar
que los vinos más conocidos son el Asti y el conegliano-valdobbiadene,
con aproximadamente 200.000 hl. Los vinos frisantes o de aguja
(naturales) son producidos a partir de un grado alcohólico efectivo no inferior
a 7 % vol y presentan, conservados a 20 °C en recipientes cerrados, una
sobrepresión debida al anhídrido carbónico endógeno no inferior a 1 bar y no
superior a 2,5 bar.
La joya de la panadería italiana es el famoso Panettone
que nunca falta en la mesa, por eso lo ideal es
combinarlo con un buen espumoso, Cava
Vilarnau Rosado, Pues sus notas refrescantes contrastan con lo seco del
panettone sin afectar el dulzor de este postre.
Y para aquellos que quieran tener un tinte italiano durante la cena navideña, la mejor opción podría ser combinar pastas o pizzas con vinos que provienen de la uva tinta. Este licor se caracteriza por tener un aroma a fruta roja madura y ser sedoso y elegante. Estos vinos también se suelen combinar con carnes rojas o arroces, como el risotto con ossobuco, que también podrían ser implementados a la receta, con el fin de que el sabor frutal de la bebida contraste con algunas sensaciones saladas.
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